Los bebés cambian dÃa con dÃa y asà también cambian sus hábitos de sueño.
Los adultos contamos con cinco fases del sueño. La unión de las 5 fases forman un ciclo. Cada ciclo dura entre 90 y 100 minutos, por lo que en 8 horas de sueño habremos tenido 5-6 ciclos.
Sin embargo, los bebés empiezan por solo 2 ciclos, microdespertares y REM (rapid eye movement). ¿Qué podemos observar?
0-3 meses, duermen entre 15 y 16 horas, es un sueño más tranquilo y apaciguado.
3-6 meses, tienen un sueño ligero y predecible, estructuran sus rutinas del sueño, regulan su melatonina, cortisol y temperatura. Tardan en quedarse dormidos, su REM es más largo.
7-9 meses, forman su cuarta y quinta fase del sueño, pero les falta práctica que dura hasta los dos años.
9-12 meses aparece el sentimiento de extrañar, que a veces puede aparecer antes, es normal dormir con un muñeco o peluche.
12-24 meses, duermen entre 14-15 horas, hacen dos o tres siestas al dÃa.
¿Cuáles y cómo son las fases del sueño?
Las fases del sueño se dividen en dos: fase REM y fase No REM.
Durante la fase REM se consolida la memoria, retención y olvida información (desaprendizaje). Es la fase más activa y corta, donde el cerebro se mantiene en alerta. Durante este periodo hay movimientos faciales, muy frecuentes.
La fase No REM está subdividida en tres subfases: 1. Transición de despierto a dormido. 2. Mayor duración, el cuerpo descansa y conserva energÃa. 3. Sueño profundo.
Luego vienen los microdespertares. Seguidamente, el ciclo inicia de nuevo.
Su ciclo suele durar 50-60 minutos.
¿Qué podemos hacer para ayudarlos con su momento de sueño?
Los microdespertares son normales. Conozcamos sus momentos y reacciones. Ellos se pueden volver a dormir solos.
Abrácenlos y consuélenlos bastante durante el dÃa para que los ayude a sentir más seguros durante la noche.
Establezca rutinas claras y fijas, sea constante. La consistencia, repetición, preparan para el sueño, dan seguridad y enseñan a dormirse solos.
Si le cuesta la dormida en la noche, haga prácticas de relajación: música suave, un baño, aceites como lavanda, manzanilla o bergamont.
Evite estÃmulos antes de irlo a acostar.
A la hora de dormir o cuando se despierte en la noche, dele palmaditas en la espalda, dÃganle buenas noches y váyase (las veces que sea necesario).
Las siestas son importantes, después de los 18 meses pueden consolidarse en solo una. Si están muy cansados se les dificultará dormir en la noche, es por ello mejor hacer siestas.
Hacer una hora de ejercicio diaria.
La evolución del sueño forma una parte importante del desarrollo del bebé. Entre otras señales de su crecimiento, revela cambios en la actividad neuronal de su cerebro.